-Me gustan mucho las puestas de sol; vamos a ver una puesta de sol…
-Tendremos que esperar…
-¿Esperar qué?
-Que el sol se ponga.
Pareciste muy sorprendido primero, y después te reíste de ti mismo. Y me dijiste:
-Siempre me creo que estoy en mi casa..
En efecto, como todo el mundo sabe, cuando es mediodía en Estados Unidos, en Francia se está poniendo el sol. Sería suficiente poder trasladarse a Francia en un minuto para asistir a la puesta del sol, pero desgraciadamente Francia está demasiado lejos. En cambio, sobre tu pequeño planeta te bastaba arrastrar la silla algunos pasos para presenciar el crepúsculo cada vez que lo deseabas…
-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces! Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes?... Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.
-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el dia de las cuarenta y tres veces?
El principito no respondió.
(Fragmento del Principito de A. de Saint Exupery).
Este experimento se llama "Es verdad si tú realmente crees en ello".
Tu mundo ideal es apenas un asteroide, dotado de aquello que sea absolutamente esencial para tí. Funcional solo para tí y para nadie más. En él, las salidas ó puestas de sol se preparan para entretenerte y regocijarte, todo el tiempo que te sea necesario, no hay nada tan importante como tú mismo, pues eres el espectador privilegiado y único destinatario de esta asombrosa demostración. Aquí el tiempo no tiene sentido, ni las modas, ni la distancia. Aquí solo contemplamos el espectáculo que se sucede, una y otra vez, todas las veces que sean necesarias. ¿Y para qué? te preguntarás... y yo te diré que simplemente, para demostrarte que me importas... y mucho.
One por U2