Quiero escribir sobre el tiempo, no aquél que se cuenta con un reloj ó un calendario, sino aquél que fluye por su propio cauce, como un contínuo. No, no estoy borracho !, les propongo esta figura, la similitud del río que conduce el agua que pasa ante nuestros ojos en un instante para luego alejarse y pasar ante otros ojos más y más allá... Es decir algo dinámico e inconcluso, el viaje permanente a traves del universo. Por lo tanto desde mi razonamiento somos pasado, presente y futuro a la vez, el agua que fué, la que pasa y la que viene. Entonces cuando vemos una foto ó escuchamos una canción ó leemos algo interesante, apreciamos el instante, lo puntual, nos estacionamos en la carretera del tiempo para descansar, discurrir, disfrutar, apreciar el instante!. Y a veces sentimos que estuvieron buenos aquellos tiempos aguas arriba dentro de la turbulencia propia de las nacientes, donde comenzaban a formarse las torrentes y donde buscábamos el derrotero. Hoy nos situamos en aguas más mansas y tranquilas, estamos expandidos, laxos y apaciguados...
Hablando desde mi presente, me dejo llevar por la corriente, aprecio la vista que se expone ante mi en estas riberas, que temo pero que exploro con valentía y me detengo sólo por un instante... Para decirle a mis seres más queridos, que a pesar de las turbulencias y el vértigo, tengo muy gratos recuerdos aguas arriba!!!
