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| El Belgrano hacia Lafe... |
Caminar el Oeste del Gran Buenos Aires...Donde se mezclan los olores, algunos decididamente feos, otros inspiradores de verdades que hablan de pobres y rebelados, angustia y despreocupación que se toman de la mano para caminar juntos en un sábado apocalíptico. Te dá miedo y sin embargo tenés el sentimiento curioso del que no se quiere perder un minuto de la novela que trata de suburbio, Perón y piqueteros.
Me subo al tren del Belgrano mientras sucesivamente pasan alfajores, chipás y estampitas, que algunas veces te depositan de prepo entre las manos. Miro por la ventanilla y desfilan presurosas las imágenes de ranchos, chalets con ambiciosos jardines y autos destartalados sobrepasados por modernas 4x4. Al fin y al cabo ya lo decía el maestro "La Biblia y el calefón..", todo junto y mezclado, sin orden, sin plan... a puro rejunte conviven criollos e inmigrantes. Parece un caldo con incontables ingredientes, te puede gustar ó no pero sin duda es el sabor lo que cuenta.
Estamos en la cocina de la Argentina, el resto del país aporta ingredientes pero los cocineros andan por estos pagos. Pienso en el futuro, en ese que no te llena los ojos de esperanza, pero que uno imagina a algunos sesudos pensadores buscando la receta del nuevo modelo necesario para encausarnos en la via correcta y que no parezca un traqueteo frenético del ferrocarril del suburbio.
Estoy donde temo, pero aún así lo disfruto y busco la identidad que no se pierde pero se nos esconde tantas veces...Me pregunto que sucederá de aquí en más...Espero la juventud comprometida, que explote de rebeldía constructiva y se ponga de frente al vientito del Oeste sobre el techo del tren...Já!
