Lo siguiente es un comentario sobre la posición y función en la cancha de Carlitos Tevez. Y se nota la desorientación de los comentaristas especializados en fútbol, yo soy un simple aficionado que mayormente se aburre soberanamente con el fútbol argentino local y totalmente con el fútbol europeo en general, de los cuales para mí el único fútbol de verdad es el italiano.
En algunas ocaciones hemos disfrutado de aquellos jugadores que se escapan de las tácticas impuestas por sus entrenadores (de mentalidad rígida) y sorprenden al rival con lo inesperado. Tenemos múltiples ejemplos individuales en Argentina en la historia futbolística de nuestro país (Maradona, Ortega, Houseman, etc), ellos son los más genuinos futbolistas que existen ya que representan a una escuela de fútbol que no tiene edificios ni profesores ni preparación física y a veces ni siquiera una pelota y esto es el fútbol del potrero, de la canchita de la esquina y de la rivalidad a muerte con los vecinos de nuestro barrio. Partidos que se juegan con bravura, donde tenés que dejarlo todo, donde el orgullo del equipo es lo primero y no importa nada más, es muy simple en su idea pero es difícil en su concepción y no muy entendido por aquellos que piensan que el fútbol es sólo un deporte, para los chicos argentinos del potrero es la vida misma...nada más. En esto estriba la ideología del fútbol argentino, por ello yo sé de que juega Tevez, el juega en un potrero allá en Sudáfrica a la pelota y piensa que hay que meterle sacando todo lo que tiene adentro para volver al barrio con la frente bien levantada y habiendo representado al fútbol más argentino que nunca. Yo no sé si Argentina será campeón mundial en Sudáfrica, pero si los 10 jugadores restantes juegan a la altura de Carlitos, habrán logrado grabar en la historia del fútbol mundial, un estilo único e inimitable que nació en estas lejanas tierras para representar a los chicos del baldío por primera vez desde que yo veo fútbol.
Lo siguiente fué publicado en http://blogs.lanacion.com.ar/ciencia-maldita/varios/de-que-juega-carlos-tevez/
¿De qué juega Carlos Tévez?
Seguimos con esta cuestión menos menor de lo que parece. JP Varsky dice que la Argentina jugó 4-2-3-1. La verdad, nos gustaría, para achicar un poco ese agujero a la derecha. Hace siglos que venimos proponiendo a Tévez de ocho (4-4-2) o de Di-María-por-derecha (4-2-3-1). Pero lo cierto es que el GPS dice otra cosa. La FIFA tiene una página con la “actual formation” (algo así como “formación efectiva”) que ubica a cada jugador en el lugar del campo alrededor del cual se movió. Supongo que debe ser el lugar promedio, si existe tal cosa. Para la Argentina, la formación efectiva fue así:
Tévez es el once. Sí, está corrido moderadamente hacia la derecha, y está detrás de la línea de Higuaín. Pero está mucho más central y bastante más adelantado que Di María. Estoy más de acuerdo con mi comentarista favorito, que escribió: “ojo que terminó siendo enganche, 8 y delantero todo junto”, en parte justificando las dificultades que tuvo Tévez a partir de cierto momento del partido.
En todo caso, parece que está discusión no tiene relevancia: ahora dicen que con Corea jugaremos un 4-3-1-2 ortodoxo, con Maxi y Jonás como volantes a los flancos de Mascherano. Personalmente preferiría variaciones sobre el esquema anterior que este nuevo cambio. Pero quién sabe. En una de esas descubrimos que Maradona sabe algo de fútbol.
Por lo demás, todo tranquilo. Ayer, saliendo de Serbia-Ghana, llevamos unas cuadras a un muchacho que era voluntario en la concentración argentina. Le preguntamos si era verdad esa leyenda de que Maradona no entrenaba, repetida hasta el cansancio aquí por periodistas ansiosos que ante la falta de información elegían pensar lo peor. Su respuesta fue sencilla: “¿Pero tú viste el gol de Argentina?”. Micho confirma.
El jueves hay que llegar tempranito para colgar la bandera en un lugar mejor; al improbable lector en tierras sudafricanas le recomiendo que si va desde Pretoria al Soccer City no siga la cartelería ni el GPS; mejor Western Bypass (el lado oeste de la Gral. Paz, digamos) y tomar hacia el estadio en Main Reef, que es una antes de la que agarran todos. Lo hicimos el día de la inauguración y evitamos el tráfico.
Mañana Rustenburg, al norte, un paseíto con animales. Ojalá no nos tentemos con Eslovaquia-Nueva Zelandia, a priori uno de los partidos menos atractivos de un Mundial que –como casi todos los anteriores– no ha comenzado muy atractivo. Mi teoría: a partir de la segunda fecha empiezan las necesidades y los partidos se abren más.
Otro dato a chequear: en los partidos del mediodía de aquí hace más calor y por lo tanto se seca el regado previo del campo. Hoy en Holanda-Dinamarca la Jabulani picaba como una pelota normal. Lo confirmaremos en vivo el jueves, cuando vayamos a ver a Lionel Messi y veintiún más.
Yo le diría a estos muchachos que para ver fútbol tiren el GPS a la mierda!
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on viernes, junio 18, 2010
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