Hay momentos en que uno quisiera estar en todas partes, como el viento. Pero no es posible, somos de carne y no etéreos. Aún así envidio al viento...me entrego y me inclino sobre la almohada de nubes para susurrar cosas que no grito ni siquiera en sueños.
Ahh! y envidio la forma en que interpreta Lila Downs...
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on miércoles, febrero 16, 2011
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