Al pan pan...
agosto 11,
2010
2010
Me pregunto y tiro al aire esta misma..., que pasaría con nosotros si un buen (ó mal) día se tuvieran que cerrar por tiempo digamos..., indeterminado las provedurías habituales de nuestras mercancías que hacen al sustento diario de nuestros bienaventurados estómagos ¡eh!, léase supermercados, shoppings, autoservicios, almacenes, panaderías, carnicerías, etc. (larguísimo etc.).
Digo y repienso ¡que pasó con la habilidad y/o capacidad humana para forjar nuestros alimentos por nosotros mismos!. La sociedad sin duda nos dió muchas cosas, pero no obstante está visto que nos quitó otras, y entre tantas cosas que nos quitó, está claro que fue la capacidad intrínseca de crear a partir del vínculo cerebro-manos, es duro decirlo pero parecemos unos autómatas dependientes de la consabida tarjetita, compro, compro, compro...Nos vamos a ir del mundo con la Banelco en la boca!.
En Argentina como en el resto del mundo hay grandes manadas de boludos pastoreando en las junglas de cemento y yo fuí uno de ellos, pero me convencí que hay que cambiar el orden de prioridades dentro de nosotros mismos para cambiar en algo nuestra forma de vivir y que hay que recuperar las cosas buenas que tenían las formas antiguas de civilización y recalco las co-sas bue-nas y an-ti-guas, refiriéndome a hacer ciertas cosas con nuestras manos recuperando lo artesanal y dejando un poco lo industrial, porque creo que ya tuvimos bastante con el abarrotamiento de productos innecesarios, que se diferencian en el packaging, con gustos a químicos y con "sanidad dudosa".
Tengo una madre que supo siempre hacer pan casero y lo vuelvo a decir porque suena hermoso pan casero, madre, Como se puede apreciar van unidos en mi mente y los asocio naturalmente y no hay ninguna propaganda en el medio y no está auspiciado por ningún empresario. Son recuerdos de infancia que se retratan en mí y que los puedo traspasar sin problema alguno cuando se lo cuento a mi hija. Luego de este recuerdo me pregunto si mi hija podría acordarse un día que en su hogar se hacía pan casero...Entonces ni remedio ¡ Hay que poner las manos a la obra!, aunque al principio sea incomible y ahí vamos, una musiquita para compañía (en serio pongan play que es gratis) y a la receta:
1 comentarios